martes, 5 de marzo de 2013

RELACIÓN DE LA PUBLICIDAD CON LA RELIGION



RELACIÓN DE LA PUBLICIDAD
CON LA RELIGIÓN



Motivación

Las necesidades que una persona tiene tanto biológicas como psicológicas se pueden convertir en motivación cuando llegan a un nivel suficiente de intensidad como para impulsar a la persona a la satisfacción de la misma.
De acuerdo con Kotler (1996) “una motivación es una necesidad que está ejerciendo suficiente presión para inducir a la persona a actuar. La satisfacción de la necesidad mitiga la sensación de tensión".Existen varias teorías sobre la motivación humana, entre ellas la Teoría de la Motivación de Freud y la Teoría de la Motivación de Maslow.
Según Kotler (1996) " Freud supone que las fuerzas psicológicas reales que dan forma a la conducta humana, pertenecen en gran parte al inconsciente."
Es por esto que muchas veces las personas no pueden comprender totalmente sus propias motivaciones, porque aunque adquieran un producto para satisfacer un motivo, también lo puede estar comprando para impresionar a los demás o para sentirse más inteligente o superior. Quienes analizan las motivaciones reúnen información completa sobre pequeñas muestras de consumidores para descubrir los motivos más profundos de su elección de ciertos productos. El análisis de la motivación es un instrumento útil para los mercadólogos que estén interesados en conocer profundamente el comportamiento del consumidor. Con respecto a la Teoría de la Motivación de Maslow, existen muchas razones por las cuales una persona pueda ser impulsada por necesidades específicas en determinados momentos.
Esta teoría de Maslow ayuda a que el mercadólogo comprenda la forma en que los diversos productos encajan en los planes las metas y la vida de los consumidores potenciales. Hay que recordar que la motivación se basa en las necesidades y en los objetivos. De este modo, la motivación actúa como una espuela para el aprendizaje, que con necesidades y metas sirven como estímulos, El descubrimiento de los motivos del consumidor es una de las principales tareas de los mercadólogos, quienes enseñarán a segmentos motivados del mercado por qué su producto satisfará mejor las necesidades del consumidor.

Creencias y actitudes


La gente adquiere sus creencias y actitudes a través del aprendizaje y éstas, a su vez, influyen en su conducta de compra. Una creencia es el pensamiento descriptivo que una persona tiene acerca de algo. Estas creencias pueden basarse en conocimiento, opinión o fe y pueden o no tener una carga emocional.
Una actitud describe las evaluaciones cognoscitivas, favorables o desfavorables, de una persona, sus sentimientos y sus tendencias de acción hacia algún objeto o idea. Las personas tienen actitudes hacia casi todo: religión, política, vestido, música, alimentos, etc., y los colocan mentalmente dentro del marco de referencia de agrado o desagrado por un objeto, moviéndose hacia él o alejándose.
Las actitudes conducen a las personas a comportarse en forma definitivamente consistente hacia objetos similares, por lo que no tienen que interpretar y reaccionar en forma distinta ante cada objeto. Las actitudes economizan energía y trabajo mental, por ello es muy difícil cambiarlas. Las actitudes de una persona se establecen dentro de un patrón consistente y, cambiar una sola de ellas, quizá requiera hacer ajustes de magnitud considerable en otras.
Sería un buen consejo para una empresa el intentar que su producto encaje en las actitudes existentes, en lugar de intentar cambiar las actitudes de la gente.
Son múltiples las teorías motivacionales que existen, sin embargo, todas ellas llegan a la conclusión de que, a final de cuentas, el consumidor actuará al adquirir lo que se le ofrezca siempre y cuando, esto satisfaga sus gustos y/o necesidades (ya sea fisiológicas, de seguridad, sociales, de estima y autor realización  es decir los factores que lo motivan para realizar una compra de algo está sujeto a lo que en ese momento, el consumidor cree que necesita o le gusta y por ello terminará actuando en pro de ello; obviamente, lo hace en muchas ocasiones bajo la persuasión que la publicidad suele presentar, lo que influye en la creencia y la actitud que el consumidor pueda tomar frente al producto y/o servicio publicitado.
Creencias y actitudes: La creencia es una opinión, un pensamiento descriptivo del consumidor en relación con un tema, una persona o un objeto.

La actitud en cambio, recoge el punto de vista del consumidor sobre un producto, anuncio, empresa o idea. Se trata de una predisposición aprendida con la que se responde, favorable o desfavorablemente, a un objeto o una idea. Sin embargo se tiene que reforzar en el tiempo por lo que es de suma importancia crear, reforzar y mantener actitudes positivas sobre el producto y la marca.

Se vive cada vez más en un mundo tan cambiante, que la Publicidad se ve en la necesidad de ir evolucionando junto con él, y por tanto, sus formas de allegarse hacia el consumidor deben ser más elaboradas con el fin de lograr esa persuasión, ya sea positiva como negativa, pero que a final de cuentas, es lo que dictaminará o se verá reflejado en la respuesta del consumidor, es decir, la Publicidad debe de encontrar, idear, innovar y/o mejorar la forma en como sirve de motivador para que una persona sea persuadida para que se interese, crea y tenga una actitud favorable con lo que se le está publicitando con el mayor propósito de que se llegue a la compra/venta del mismo.












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